Del curso: Introducción al diseño de ecosistemas

Qué es un ecosistema

En un mundo cada vez más interconectado y con una oferta de software que parece tener opciones infinitas para los consumidores, la forma que muchos han encontrado para triunfar en esta guerra es unirse y fortalecerse. Hola, soy Carlos Solís, desarrollador y autor. Y a partir de este momento, voy a ser tu instructor en este curso, en el que vamos a hablar sobre los ecosistemas de software. Exploraremos sus conceptos y nos centraremos en la arquitectura para poder planificar, implementar y hacer crecer nuestro propio ecosistema. Comencemos definiendo un ecosistema. Según la biología, es una comunidad de organismos que interactúan entre sí y el ambiente físico. En un término más general, podemos pensar en una comunidad de productos, organizaciones o individuos, que serían los organismos del mundo de los negocios, que interactúan entre sí y el mercado. Podemos ver un ejemplo de este concepto, aplicado en la informática y muy posiblemente tú seas parte de él. Me refiero a los ecosistemas de gran escala, que han desarrollado Apple y Google. Los cuales integran un sistema operativo. Los millones de equipos que lo usan, las aplicaciones que se ejecutan allí y las tiendas que los venden. Un ecosistema de este nivel lo tiene todo. Desde sistemas integrados de pago hasta herramientas para crear aplicaciones en sus propios sistemas operativos. Por ejemplo, en el caso de Apple, la compañía de Cupertino, se encarga de todo. Ecosistemas de esta escala se benefician en su tamaño para crear alianzas estratégicas con empresas clave, como generadores de contenido multimedia, estudios de videojuegos y fabricantes de hardware. Pero que la escala no te engañe. Existen ecosistemas de muchos tamaños. No necesariamente tiene que ser una escala global, con millones de actores y participantes, para poder beneficiarse de sus ventajas. Un ecosistema se trata de variedad, y esta variedad no tiene que incluir otras empresas necesariamente. En muchos casos, puede ser la misma organización, que decide crear diferentes formas de comunicación, aplicaciones o servicios que se relacionan o benefician mutuamente. Bajo esta interpretación, podemos aplicar los mismos conceptos a escala menor. Por ejemplo, en Uber, que utiliza múltiples puntos de entrada para sus servicios de logística de autos. Por un lado, ofrece el servicio a los clientes; por otro, permite que los chóferes encuentren a estos clientes. Y además, utiliza esta infraestructura para otras aplicaciones, como Uber Eats o servicios corporativos. Como puedes ver, un ecosistema no se trata de escala, sino de la diversidad y las oportunidades que se logren aprovechar. Si tienes muchas aplicaciones trabajando en diferentes mercados, puedes alcanzar más clientes potenciales, complementar tus servicios y aumentar las ganancias.

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