Del curso: Prepara tu entrevista de trabajo

Prepara preguntas y respuestas

Del curso: Prepara tu entrevista de trabajo

Prepara preguntas y respuestas

Veamos, entonces, cómo podemos prepararnos para enfrentar preguntas difíciles o inesperadas. Tenemos dos caminos. El primer camino es investigar. Averiguar qué suele preguntar un entrevistador en particular o qué suelen preguntar en una empresa determinada. Tal vez tengamos algún amigo, familiar o conocido que ya haya pasado por el proceso de selección con anterioridad y pueda contarnos qué les preguntaron. Otra alternativa que podemos considerar es conocer las preguntas que con más frecuencia hacen las personas de recursos humanos. Consultar a nuestros contactos qué les han preguntado en entrevistas en el pasado también puede ser una muy buena forma de prepararnos. El segundo camino es imaginar qué es lo que nos podrían preguntar según nuestra experiencia y trayectoria y también qué es lo peor que nos podrían preguntar. Nadie mejor que nosotros mismos para imaginar qué es lo peor que nos podrían preguntar. Anoten todas las preguntas que se les ocurran, que no les quede nada sin cubrir. En general, al hacer este ejercicio, las personas siempre imaginan cosas mucho más difíciles que las que el entrevistador va a preguntarle. La recomendación es que agrupen las preguntas en función de aquellas referidas a la personalidad, a los estudios, a la trayectoria laboral, a los objetivos alcanzados, a la relación con el jefe, a la relación con los compañeros de trabajo, a por qué dejaron o terminaron relaciones con trabajos anteriores, a su vida extralaboral, a cómo imaginan o ven su futuro laboral, a qué piensan del país y qué piensan y esperan de la empresa en la que están postulando. A veces las preguntas no son tan complejas. Simplemente no estamos preparados para responderlas porque no las imaginamos previamente. Entonces, una vez que hemos hecho un listado de preguntas posibles, tanto por investigación como por la propia reflexión, tenemos que pasar a responderlas. Tener las posibles preguntas respondidas, especialmente aquellas más complejas o que nos producen mayor ansiedad, nos servirá para tranquilizarnos y ofrecernos una zona de confort adonde siempre podemos recurrir. Algunas recomendaciones adicionales. Utiliza siempre lenguaje positivo y convierte todo lo negativo en positivo. Por ejemplo, si te preguntan «¿por qué duraste tan poco tiempo en tu trabajo anterior?», No repitas lo negativo de la pregunta, «en realidad no duré poco tiempo», porque primero es tomar algo negativo y, segundo, es mostrarle al entrevistador que tienen criterios muy distintos en cuanto al tiempo de permanencia en una compañía. Podrías responder, por ejemplo, «yo estaba buscando un cambio para lograr acercarme cada vez más al trabajo de mi interés y a la empresa le vino bien mi salida porque fue una oportunidad para repensar el área y le dieron una nueva estructura funcional a partir de una recomendación que les hice». Nuevamente, que la respuesta siempre sea la verdad. Honestidad y transparencia ante todo. Utiliza un lenguaje fácil de comprender, especialmente si eres técnico en alguna temática en particular. Habla de manera que alguien que no es especialista pueda comprenderte. Responde sin especular. Siempre cuenta hechos verdaderos, reales y concretos. No uses condicional, por ejemplo, «si yo fuera el jefe, hubiera hecho tal cosa». «Si yo hubiera estado en su lugar, hubiera hecho tal otra». Trata de responder en función de tu experiencia real y concreta y no de lo que harías en lugar de otro. Por ejemplo, «cuando me sucedió algo similar o ante una situación como esa, lo que hice fue tal cosa».

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