Del curso: Primeros pasos como diseñador de Motion Graphics

Habilidades artísticas del diseñador de Motion Graphics

A la hora de hablar sobre las habilidades artísticas que todo diseñador de Motion Graphics debe cultivar, de nuevo, tenemos que hacer hincapié en el carácter multidisciplinar de la profesión. Un buen diseñador de Motion Graphics deberá cultivar tres pilares esenciales para desarrollar sus creaciones. La formación plástica tradicional que no difiere en nada a la de cualquier diseñador gráfico. Los conocimientos de animación propios de un animador tradicional. Y, por último, ha de conocer también los recursos narrativos propios del lenguaje audiovisual. Si nos paramos en la formación plástica, conceptos como la composición de la imagen, el uso del color o de la tipografía son básicos en cualquier pieza que necesitemos crear. Elementos como la línea, el tamaño, la forma, la textura y el equilibrio son la base de cualquier creación visual. En última instancia, un diseñador de Motion Graphics está comunicando a través de una creación visual. Y esto hace que todos los elementos que creemos estén sujetos a estas leyes. Si no somos capaces de crear composiciones fuertes y atractivas, la paleta de colores no es la apropiada o la tipografía escogida no funciona con nuestro producto estaremos fracasando en nuestro trabajo, por muy bien que hagamos el resto de tareas. Igual de importante resulta dominar los principios básicos de la animación. Si algo diferencia los Motion Graphics del resto de disciplinas gráficas es que sus creaciones son animadas, lo cual nos obligará a dominar conceptos como la anticipación, el ritmo o la puesta en escena. Da igual que estemos animando un simple texto, una forma geométrica o un personaje completo. La animación tiene unas normas que todos debemos conocer y saber cómo aplicar. Hoy día nadie duda que los 12 principios de animación que en su día aglutinaban los animadores Frank Thomas y Ollie Johnston siguen hoy tan vigentes como el primer día. En último lugar, pero no por ello menos importante, tendremos la necesidad de conocer los mecanismos de la narrativa audiovisual. Toda pieza de Motion Graphics está contando una historia y la está contando con imágenes. Esto hace que aunamos las bases de la narrativa tradicional con conceptos como planteamiento, nudo y desenlace que cualquier historia debe poseer con el lenguaje propio de la cámara. ¿Qué tipo de plano usar? ¿Cuándo cortar y cambiar de plano? ¿Cómo mover la cámara?, etcétera. Así pues, la formación del artista de Motion Graphics debe ser muy amplia, ya que toca muchos elementos diferentes, pero es precisamente esta variedad, esta riqueza, la que hace que sea una profesión inagotable y absolutamente apasionante. Las posibilidades expresivas a la hora de crear una pieza de Motion Graphics resultan casi infinitas, con lo que todo el bagaje de tipo artístico que podamos aportar a nuestra formación siempre será bienvenido. Esta formación artística unida a la indispensable formación técnica conforman un tipo de profesional único que cada día resulta más demandado dentro de la industria audiovisual.

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